Miguel Angel, su nombre suena como un conjuro. Pocos artistas han dejado un legado tan imponente. Sus contemporaneos le llamaron "El Divino". Pero Miguel Angel, el genio, fue también un hombre digno de lástima. ¿Fue algún trastorno la fuente de su energía creativa?
Siendo un joven artista, Miguel Ángel sentía fascinación por las historias trágicas, la culpa y la expiación, el crimen y el castigo. Su propia vida no fue menos trágica y fascinante. Conoceremos la faceta humana del artista: sus visiones y preocupaciones, sus ambiciones y sus inseguridades. Nos adentraremos en su obsesiva entrega al trabajo, la devoción de alguien que dedica su vida al arte sin ninguna clase de compromiso. Sin embargo, no todas las leyendas que circulan sobre su vida son ciertas.